Las limitaciones inmateriales son más que falta de voluntad. Son cadenas. Y cada temor un eslavón que la decisión puede romper. Mientras haya lugar a la duda, querer algo no será suficiente.
Hace años encontré en internet una foto en la que aparecía una mariposa encadenada. Entonces me acordé de la libreta de un disco de El Meswy, concretamente una frase:"Para akel k sabe donde va, siempre se abre el camino". Relacioné y versioné.
lunes, 16 de noviembre de 2009
sábado, 14 de noviembre de 2009
Viento soleado
Y a deshora, sale un sol alumbrando una esquina...
Sigo cacharreando con Photoshop, esta vez, dibujando desde cero. Este es mi primer dibujo íntegramente hecho en el ordenador, parte con el ratón, parte con la tableta. Es un gran avance, ya estoy en el nivel de un niño de 4 años.
Cómo hacer hierba: Lazo poligonal y pincel con diferentes tonos para dar profundidad. Para la que se lleva el viento, el lazo es el normal.
Sigo cacharreando con Photoshop, esta vez, dibujando desde cero. Este es mi primer dibujo íntegramente hecho en el ordenador, parte con el ratón, parte con la tableta. Es un gran avance, ya estoy en el nivel de un niño de 4 años.
Cómo hacer hierba: Lazo poligonal y pincel con diferentes tonos para dar profundidad. Para la que se lleva el viento, el lazo es el normal.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Con el mar hemos topado (Ponyo en el acantilado)
Ponyo en el acantilado es amor convertido en un nudo en la garganta. Un ejemplo de cómo los sentimientos más inocentes puede provocar tsunamis. De cómo el mar nos arrebata todo lo que de él nos quedamos. De cómo todo vuelve si supimos protegerlo mientras estuvo en nuestras manos. De que no todas las sirenas tienen cola de pescado. Es una historia que tiene mucho que enseñar, a los niños y a los que lo fuimos, con la que podemos realizar una regresión a nuestros años más tiernos y ver que aún queda algo de aquella bondad con la que el mundo nos miraba entonces.
Ponyo es una niña pez que vive en las profundidades del mar con su padre Fujimoto, un hechicero maligno; su madre, una diosa marina; y sus incontables hermanas. Cuando Ponyo llega a la orilla atrapada en un bote de cristal, Sosuke, un niño de su edad, se queda con ella y promete protegerla siempre. Pero, por petición de Fujimoto, el mar regresa a buscarla y la devuelve a sus entrañas. En cambio, Ponyo quiere ser humana para vivir con Sosuke y comer jamón, pero para ello tendrá que hacer un gran esfuerzo: renunciar a sus poderes mágicos. A pesar de las diferencias entre la inocente Ponyo y su padre, ambos comparten el hecho de haber renunciado a su condición natural. Él por odio, ella por amor.
Colores pastel se combinan a la perfección sobre personajes entrañables, más si cabe en la versión original. Los diálogos se hacen esperar, y el movimiento del padre de Ponyo en ocasiones peca de forzado; pero aún así, la vista no puede abarcar tanta belleza. Sin duda, un regalo para los ojos con el que el Walt Disney japonés, Hayao Miyazaki, nos recuerda quién es y dónde se sienta.
La banda sonora tampoco tiene desperdicio, y es que el compositor no es cualquiera. Joe Hisaishi ha trabajado con Miyazaki en La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro y El castillo ambulante. Este prolífico compositor de bandas sonoras ganó el Oscar por sus partituras en Despedidas en la pasada edición. Ternura por los cuatro costados, es lo que desprende la canción del final. Cuando escuches “Ponyo, Ponyo, Ponyo es una niña pez”, no podrás sacar ese sonido de tu mente. Ni sentirás la necesidad de hacerlo.
Ponyo en el acantilado, que con salir de los estudios Ghibli tiene más que suficiente, ha sido seleccionada por la Academia como una de las veinte cintas que han pasado el primer corte (aunque es de 2008), de las cuales cinco serán candidatas a los Oscar en la categoría de mejor película de animación. Hayao Miyazaki ya se hizo con la estatuilla por El viaje de Chihiro en 2002, mientras que El castillo ambulante estuvo nominada en 2005.
La frase: “si estás triste no podrás cambiar tu destino”, la madre de Sosuke, toda una psicóloga que no puede tener mejor nombre que Risa.
Estas son las veinte seleccionadas:
Alvin y las ardillas 2
Astro Boy
Battle for Terra. Objetivo: Terrum
Lluvia de albóndigas
Los mundos de Coraline
Cuento de Navidad
El delfín. Historia de un soñador
Fantastic Mr. Fox
Ice Age 3: El origen de los dinosaurios
Mary and Max
El lince perdido
Monstruos contra alienígenas
Número 9
Planet 51
Ponyo en el acantilado
Tiana y el sapo
Brendan and the Secret of Kells
Campanilla y el tesoro perdido
A Town Called Panic
Up
Ponyo es una niña pez que vive en las profundidades del mar con su padre Fujimoto, un hechicero maligno; su madre, una diosa marina; y sus incontables hermanas. Cuando Ponyo llega a la orilla atrapada en un bote de cristal, Sosuke, un niño de su edad, se queda con ella y promete protegerla siempre. Pero, por petición de Fujimoto, el mar regresa a buscarla y la devuelve a sus entrañas. En cambio, Ponyo quiere ser humana para vivir con Sosuke y comer jamón, pero para ello tendrá que hacer un gran esfuerzo: renunciar a sus poderes mágicos. A pesar de las diferencias entre la inocente Ponyo y su padre, ambos comparten el hecho de haber renunciado a su condición natural. Él por odio, ella por amor.
Colores pastel se combinan a la perfección sobre personajes entrañables, más si cabe en la versión original. Los diálogos se hacen esperar, y el movimiento del padre de Ponyo en ocasiones peca de forzado; pero aún así, la vista no puede abarcar tanta belleza. Sin duda, un regalo para los ojos con el que el Walt Disney japonés, Hayao Miyazaki, nos recuerda quién es y dónde se sienta.
La banda sonora tampoco tiene desperdicio, y es que el compositor no es cualquiera. Joe Hisaishi ha trabajado con Miyazaki en La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro y El castillo ambulante. Este prolífico compositor de bandas sonoras ganó el Oscar por sus partituras en Despedidas en la pasada edición. Ternura por los cuatro costados, es lo que desprende la canción del final. Cuando escuches “Ponyo, Ponyo, Ponyo es una niña pez”, no podrás sacar ese sonido de tu mente. Ni sentirás la necesidad de hacerlo.
Ponyo en el acantilado, que con salir de los estudios Ghibli tiene más que suficiente, ha sido seleccionada por la Academia como una de las veinte cintas que han pasado el primer corte (aunque es de 2008), de las cuales cinco serán candidatas a los Oscar en la categoría de mejor película de animación. Hayao Miyazaki ya se hizo con la estatuilla por El viaje de Chihiro en 2002, mientras que El castillo ambulante estuvo nominada en 2005.
La frase: “si estás triste no podrás cambiar tu destino”, la madre de Sosuke, toda una psicóloga que no puede tener mejor nombre que Risa.
Estas son las veinte seleccionadas:
Alvin y las ardillas 2
Astro Boy
Battle for Terra. Objetivo: Terrum
Lluvia de albóndigas
Los mundos de Coraline
Cuento de Navidad
El delfín. Historia de un soñador
Fantastic Mr. Fox
Ice Age 3: El origen de los dinosaurios
Mary and Max
El lince perdido
Monstruos contra alienígenas
Número 9
Planet 51
Ponyo en el acantilado
Tiana y el sapo
Brendan and the Secret of Kells
Campanilla y el tesoro perdido
A Town Called Panic
Up
jueves, 12 de noviembre de 2009
Personajes (I): Arale, la niña "pinchacacas"
Cuando aparecí en Alicante con una peluca morada, unas gafas que me cubrían media cara y una caca rosa de peluche, sentí el peso de más de una mirada. Entre aquella multitud congregada en Canalejas en pequeños y grandes grupos que rodeaban bolsas llenas de botellas, es curioso que resulte extraño ir disfrazada en carnaval a una hora en la que la gente ha bebido lo suficiente como para que le parezca normal incluso aunque se tratase de una noche cualquiera. Algunos me preguntaban de qué iba disfrazada, y sólo un chico dijo: ¡Pero si eres Arale!
Arale fue esa niña que no formó parte de mi infancia, porque lo más cercano que alcanzó fue Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco y Galicia. Sólo la TV3, Canal9, ETB y Televisión de Galicia, televisaron esta serie en España. En esos años yo vivía en Ciudad Real, por lo que tuve que esperar a tener algo así como veinte años para descubrir a esta delicia humanoide. ¿Puede haber algo más entrañable que una criaturita que disfruta pinchando cacas rosas con un palo y que lucha contra extraterrestres con forma de culo?
Dónde aparece:
Esta niña es la protagonista de la primera creación publicada de Akira Toriyama, prestigioso mangaka que un tiempo después concebiría la obra que le catapultaría a la fama, Dragon Ball. Dr. Slump, nombre que da título al manga que cuenta las disparatadas historias de la niña pinchacacas, es toda una referencia del género shonen, que vio la luz a principios de los ochenta en la revista Shonen Jump y que posteriormente sería convertido en anime. La historia también cuenta con varias adaptaciones a la gran pantalla que no llegaron a España.
Su círculo:
La niña de pelo morado es un robot de apariencia humana creada por el profesor Sembei Norimaki, con un comportamiento tan absurdo como divertido que vive en Villa Pingüino, rodeada de personajes más que peculiares. Cacas rosas, hombres-caramelo, superhéroes locales, bebés alados y cualquier ser imaginable, son las criaturas que aparecen en la historia, todos ellos con poderes sobrenaturales. Son Goku también hizo su cameo en esta historia y el propio Toriyama aparece alguna que otra vez. Los personajes, las situaciones…todo es un auténtico disparate en el que un hombre-mosca puede convertirse en superhéroe local que en sus ratos libres imita a Julio Iglesias (sólo en la traducción al español).
Algo que coleccionar/regalar:
Para aquellos que ven a esta niña como algo más que un robot humanoide, Planeta Deagostini acaba de presentar en el último Salón del Manga de Barcelona una edición especial de Dr. Slump en formato kanzenban, con sobrecubiertas en relieve y a un precio bastante asequible. ¿Quién está pensando en pedir los quince tomos de la Ultimate Edition como regalo de navidad?
Arale fue esa niña que no formó parte de mi infancia, porque lo más cercano que alcanzó fue Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco y Galicia. Sólo la TV3, Canal9, ETB y Televisión de Galicia, televisaron esta serie en España. En esos años yo vivía en Ciudad Real, por lo que tuve que esperar a tener algo así como veinte años para descubrir a esta delicia humanoide. ¿Puede haber algo más entrañable que una criaturita que disfruta pinchando cacas rosas con un palo y que lucha contra extraterrestres con forma de culo?
Dónde aparece:
Esta niña es la protagonista de la primera creación publicada de Akira Toriyama, prestigioso mangaka que un tiempo después concebiría la obra que le catapultaría a la fama, Dragon Ball. Dr. Slump, nombre que da título al manga que cuenta las disparatadas historias de la niña pinchacacas, es toda una referencia del género shonen, que vio la luz a principios de los ochenta en la revista Shonen Jump y que posteriormente sería convertido en anime. La historia también cuenta con varias adaptaciones a la gran pantalla que no llegaron a España.
Su círculo:
La niña de pelo morado es un robot de apariencia humana creada por el profesor Sembei Norimaki, con un comportamiento tan absurdo como divertido que vive en Villa Pingüino, rodeada de personajes más que peculiares. Cacas rosas, hombres-caramelo, superhéroes locales, bebés alados y cualquier ser imaginable, son las criaturas que aparecen en la historia, todos ellos con poderes sobrenaturales. Son Goku también hizo su cameo en esta historia y el propio Toriyama aparece alguna que otra vez. Los personajes, las situaciones…todo es un auténtico disparate en el que un hombre-mosca puede convertirse en superhéroe local que en sus ratos libres imita a Julio Iglesias (sólo en la traducción al español).
Algo que coleccionar/regalar:
Para aquellos que ven a esta niña como algo más que un robot humanoide, Planeta Deagostini acaba de presentar en el último Salón del Manga de Barcelona una edición especial de Dr. Slump en formato kanzenban, con sobrecubiertas en relieve y a un precio bastante asequible. ¿Quién está pensando en pedir los quince tomos de la Ultimate Edition como regalo de navidad?
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miércoles, 11 de noviembre de 2009
Colorear con Photoshop sin cargarte las líneas
Llevaba tiempo preguntándome cómo podría colorear digitalmente algo hecho a mano sin cargarme las líneas del dibujo. Es de estas cosas que te preguntas, pero no pruebas. Hasta que llega un día en el que te aburres, buscas tutoriales, y aún así, ninguno te da resultado. Así que he decidido enfrentarme a Photoshop de una vez y he conseguido lo que quería. ¿Cómo? En parte no lo sé, porque soy un desastre ofimático y a veces doy a todas las opciones hasta que sale lo que quiero. Y cuando sale no sé cómo he llegado hasta ahí. Pero voy a intentar recordar lo básico.
He utilizado un dibujo sencillo que hice el otro día, ya entintado y coloreado a lápiz. Un personaje de manga viene muy bien para empezar, porque su simplicidad no requiere meterse en un berenjenal. Lo he escaneado en varios modos y, finalmente, he optado por utilizarlo en modo "periódico", más que nada para eliminar la trama que creaba el lápiz. Optar por este modo ha hecho del pelo un desastre, pero en este caso era lo menos importante.
Tras abrir la imagen en Photoshop, he creado una nueva capa en modo de fusión "multiplicar". Esto es lo más importante, ya que la nueva capa te permitirá preservar las líneas del dibujo, trabajando sobre aquélla.
He elegido un color base para el tono de la piel. Usando la barita mágica y pulsando shift al mismo tiempo, he seleccionado las zonas que quería colorear con ese tono. Hay zonas que escapan a la selección por un cambio brusco de color, como en este ejemplo, un mechón de pelo, por lo que hay que seleccionar también esas zonas que quedan separadas. Puedes usar el pincel, la pluma, o el bote de pintura. Yo he optado por el pincel. No importa el grosor, porque la selección con la barita mágica garantiza que no te vas a salir.
Con esto ya habrás conseguido dar color a la piel sin borrar el dibujo. Te quedará algo así:
Esto es lo básico. Yo he seguido trasteando para hacer luces y sombras. Hay muchas posibilidades, puedes usar la herramienta subexposición y sobrexposición. Pero lo más importante es crear una capa para cada cosa que quieras añadir, por ejemplo, una nueva capa para sombras, otra para luces, otra para el pelo...y así sucesivamente para cualquier elemento del dibujo. Para las luces y sombras he puesto el modo de fusión de la capa en "sobrexposición de color". Variando el tipo y grosor de la herramienta que uses y reduciendo poco a poco la opacidad del color para la sombra o la luz, podrás ir degradando el color y el cambio no será tan brusco. Espero que esto sirva a alguien que al igual que yo mantenga una batalla constante con los programas informáticos. De paso, me vendrá bien para recordarlo la próxima vez. El brillo del pelo ha cambiado totalmente con el modo de escaneo, tanto que parece una aureola, pero bueno finalmente ha quedado así:
He utilizado un dibujo sencillo que hice el otro día, ya entintado y coloreado a lápiz. Un personaje de manga viene muy bien para empezar, porque su simplicidad no requiere meterse en un berenjenal. Lo he escaneado en varios modos y, finalmente, he optado por utilizarlo en modo "periódico", más que nada para eliminar la trama que creaba el lápiz. Optar por este modo ha hecho del pelo un desastre, pero en este caso era lo menos importante.
Tras abrir la imagen en Photoshop, he creado una nueva capa en modo de fusión "multiplicar". Esto es lo más importante, ya que la nueva capa te permitirá preservar las líneas del dibujo, trabajando sobre aquélla.
He elegido un color base para el tono de la piel. Usando la barita mágica y pulsando shift al mismo tiempo, he seleccionado las zonas que quería colorear con ese tono. Hay zonas que escapan a la selección por un cambio brusco de color, como en este ejemplo, un mechón de pelo, por lo que hay que seleccionar también esas zonas que quedan separadas. Puedes usar el pincel, la pluma, o el bote de pintura. Yo he optado por el pincel. No importa el grosor, porque la selección con la barita mágica garantiza que no te vas a salir.
Con esto ya habrás conseguido dar color a la piel sin borrar el dibujo. Te quedará algo así:
Esto es lo básico. Yo he seguido trasteando para hacer luces y sombras. Hay muchas posibilidades, puedes usar la herramienta subexposición y sobrexposición. Pero lo más importante es crear una capa para cada cosa que quieras añadir, por ejemplo, una nueva capa para sombras, otra para luces, otra para el pelo...y así sucesivamente para cualquier elemento del dibujo. Para las luces y sombras he puesto el modo de fusión de la capa en "sobrexposición de color". Variando el tipo y grosor de la herramienta que uses y reduciendo poco a poco la opacidad del color para la sombra o la luz, podrás ir degradando el color y el cambio no será tan brusco. Espero que esto sirva a alguien que al igual que yo mantenga una batalla constante con los programas informáticos. De paso, me vendrá bien para recordarlo la próxima vez. El brillo del pelo ha cambiado totalmente con el modo de escaneo, tanto que parece una aureola, pero bueno finalmente ha quedado así:
martes, 10 de noviembre de 2009
Hay mucho más
Porque hay algo más allá de cuestionar la belleza de las hijas del Presidente; sufrir la esperpéntica escena en la que Belén Esteban paga cinco euros por palabrota en horario infantil; o engancharse a realities en los que diversos individuos son encerrados en casas-jaula para que toda España pueda ser testigo de cómo se llega a la cópula en cautividad (además de poner de moda algo tan útil como llevar gafas de sol para estar por casa)...Por todo ello, nace este blog. Si ya no puedes permitirte salir de fiesta todos los fines de semana, hay mucho por hacer y ahorrarás el esfuerzo de intentar recordar qué hiciste anoche.
Mientras espero la respuesta del Ministerio de Educación a mis súplicas en forma de solicitud de beca para poder reintegrarme en la vida en sociedad, he retomado algunas aficiones de las que iré hablando aquí. Los temas más recurrentes serán: dibujo, diseño, infografía, humor gráfico, animación, costura, reciclaje de bisutería, fotografía, trucos para programas como Photoshop, gente que hace cosas (así de específico, sí)...En definitiva, casi todo aquello que se pueda hacer con las manos, con o sin ordenador mediante. Huelga decir, que por sugerente que resulte esta descripción, éste no será un blog sobre prácticas onanistas, sino de cosas que puedes hacer sin gastar dinero (o por un módico precio) y de los cuales puedas acabar diciendo "me gusta lo que he hecho" o "menuda patata". La última expresión es extensible a bodrio, chapuza o mierda.
Crearentiemposdecrisis no surge como consecuencia de la situación económica mundial, sino de esa crisis intemporal que cualquier estudiante está predestinado a padecer, especialmente en los últimos años de carrera, en los que te ves obligad@ a trabajar gratis o por un salario irrisorio bajo el eufemismo de "hacer prácticas" si quieres dejar la universidad con algo decente en tu currículum.
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